2.12.11

Paz.ciencia

No lo dije yo, pero…:
“Si no eres tú… ¿Quién?
Si no es ahora… ¿Cuándo?
Si no es aquí… ¿Dónde?
Salir de la inconsecuencia
para caer en la irresolución
nunca fue una opción,
ni una esperanza, ni un corazón.
Se rompen las caras de la paciencia
por ir al extremo, por no hacer lo que uno piensa,
por llevar encintada una ilusión
que a veces pide a gritos consideración
y que se lleva incomprensión más que extensa…
-Y.así.es.la.vida-

Tú sabes que es para ti.

Muchas nubes...
Primero sentí que eran lindas, que se podían comer,
que podía llegar a entender su razonamiento suave y tierno...
Y mientras pasaban, lentamente,
me fueron susurrando al oído
que querían llevarme en su carnaval etéreo...
Y yo danzaba, y reía, y era feliz...
pero yo no me percataba que en cada movimiento
iban cayendo girones de sus lágrimas,
que se iba evaporando la verdad de su composición,
que se iban alejando las partículas de su sinceridad...
Y, tal vez, fue culpa mía..
¡Yo sólo quería danzar sin congoja!
¡Yo sólo quería reír como los halos de luz que me rodeaban!
Pero... No...
Mi danza debió ser suave, como las manitas de niebla
que sostenían mi alegre baile;
mas fue estruendosa y llena de éxtasis...
Caí de tanto querer bailar, de tanto aprovechar al extremo...
al extremo de caer.. en la inconsciencia.
Y asi por algunos meses. Oscuros meses.
Y luego...
pude mirar al cielo nuevamente... sin miedo a la inmensidad...
¡Y allí estaba mi nube!
¡Arriba, como siempre!
Pero... de otro color, de otra forma, de otro sabor...
Como buen héroe,
no me importó nada más que la danza sutil de mi recuerdo...
Y subí, nuevamente...
Pero con precaución, tocándole los pétalos
con el hálito tibio y cariñoso;
con los pies levitando de amor para no herir
ni siquiera su infantil consciencia...
Pero... Esa no era mi nube...
O sea sí lo era, pero no era la misma...
La nube rosácea se volvió blanca, fría, distante...
Yo intenté darle mi calor, envolverla en mi ojos todopoderosos,
pero la nube no sentía.
Y caí.
A pesar de querer enrojecerle el corazón,
de demostrarle mi infinito e incondicional amor,
la nube partió hacia otros cielos,
y me dejo aquí, con mi alma y la consciencia en eterna
CONMOCIÓN.

15.5.11

Sua.Vida.d

Mi silencio rebota
como tu mirada profunda
cuando logra llegar hasta la semilla de mi corazón.
Y este silencio es mío,
Porque no es silencio, es vida;
es lava pura y llena de pasión
que se agita en los rincones más profundos
de las palabras que nacen por ti
(y.mueren.a.veces.dentro.de.mi).
Tú, reina de la luz, dueña de la alegría,
con una palabra lograste despertarme,
lograste romper el silencio, entonces,
cuando era más sombra,
cuando me desvelaba leyendo los caminos de unas blancas manos,
llenas de ternura y temor, pero llenas de mi,
de mis sueños y misterios.
Tú llevaste el peso de mis ojos cansados hacia las negras nubes,
y rompimos el bravo oleaje de la soledad,
y de la incomprensión,
sólo con tu aura cremosa de ingenuidad,
con la sinceridad de un niño que aún no vive en sociedad,
con la piel gastada de tanto brillar.
Y hoy,
después de que tantos reyes han caído,
después de tantas risas inventadas,
después de inventar tantos universos de pequeñas cosas,
has vuelto.
Llegaste rompiendo todo, como siempre,
con el v.é.r.t.i.g.o. que me ahoga con bocanadas de tu sonrisa,
que me revitaliza,
y apagaste tantas muertes que tenía pendientes,
me dibujaste tantas estrellas en el cielo,
que he vuelto a tomar la palabra,
pero mi palabra: la limpia, la sincera, la carmínica… la anaranjada,
y vuelvo a pintar con ellas,
a develar los secretos que hay en las paredes de la piel.
He vuelto para al menos nuestros silencios soterrar,
para amar mis torpes manos, para enmendarlas,
y al menos con ellas intentar decir
que

TU LETRA PODRÉ ACARICIAR.

7.8.09

Encontrado por ahí. Para Francisca Schmidt; data del sábado 20 de enero de 2007, a las 1:10:26 a.m.

Fran[ny?]:

Te extraño, te quiero, te necesito, te adoro, te espero, te pienso, te echo de menos, te recuerdo, te sueño, te admiro, te añoro...

Te.ngo un lindo sueño o
Te.nía.
Te pintabas como una ninfa
Te.jiendo mariposas entre mis ojos, que
Te.mían querer y dar lo que
Te hace temblar.
Te contaba una sinfonía de primaveras mediterráneas,
Te.soro pobre y triste,
Te.ndido de un jirón delgado, de transparente
Te.la de mi piel.
Te reías, te veías hermosa,
Te.mplada, preciosa, con una belleza que
Te calza en punto y cruz.
Te.nía que despertar, tenía.
Te.rminar debía la ilusión maravillosa,
Te tenías que marchar.


Te deseo lo mejor, cada día, cada segundo.
Te recuerdo en cada suspiro, en cada latir.
Te Quiero, así, tristemente. Acaso Te A...


-Que.lindo-

Por la puerta

Alguna vez te dije
que no hay palabra
que pueda contener todo
lo que tú significas...



Ahora pienso,
y concluyo
que no hay palabra alguna
entre nosotros dos;
y se que mientras piense,
tendré una espalda que darle
a tu inconsecuente falta de compromiso.

14.7.09

Quería escribir algo triste, así como del YO de hace un par de años,
ese que huía del suicidio artificial, y etcétera;
pero sinceramente no puedo.
No digo que soy el más feliz del mundo,
pero no me lamento.
Extraño, debería: dejo de lado a muchos amigos,
LA persona que me importa me odia,
y para variar estoy aislado del mundo.

Y así es:
No tengo nada en este mundo,
todo lo que se hunde en mi frialdad
soporta hasta que se da cuenta que no gana nada;
y se va.
Así son las cosas, pues:
no hay nada que me dure mucho,
y no porque quiera,
sino porque dejo que las cosas me atraviesen;
nada es demasiado importante para mi
como para dar la vida por ello,
y cuando doy la piel y la sangre
recibo incomprensión y distancia.
Así sigue la vida:
No sé para dónde voy
ni quiero saberlo,
las reglas de la vida no me interesan,
yo no juego su juego.
Y lo más probable es que termine bajo el puente
mirando aquél cielo lleno de smog
que quise tener algún día y no pude,
y luego me muera de pulmonía,
pensando en todas esas cosas que perdí
por no hacer nada, por no jugármela en serio,
por no ser responsable u otras weas.

Pero a quién le importa en verdad?
si ni siquiera a mi me quita el sueño...
yo sonrío no más,
aunque a veces creo que es sólo
porque no sé llorar.

16.4.09

Se da ella
como vagabundo hambriento:
consume y deja consumirse
la cercanía, la comodidad.
Y los juegos infantiles
los disfraza
de distancia.
Los caminos
van y no vuelven
cuando rodea, curiosa,
el pecado conjunto
de vivir.
Se da ella
italicamente apasionada.
Ella se da
en un profundo abismo
vertiginoso y constante.
Se da ella
a la más próxima caricia.
Se da ella
envuelta de sinceridad.
Se da ella...
llena de ingenuidad...
Se da ella...