15.5.11

Sua.Vida.d

Mi silencio rebota
como tu mirada profunda
cuando logra llegar hasta la semilla de mi corazón.
Y este silencio es mío,
Porque no es silencio, es vida;
es lava pura y llena de pasión
que se agita en los rincones más profundos
de las palabras que nacen por ti
(y.mueren.a.veces.dentro.de.mi).
Tú, reina de la luz, dueña de la alegría,
con una palabra lograste despertarme,
lograste romper el silencio, entonces,
cuando era más sombra,
cuando me desvelaba leyendo los caminos de unas blancas manos,
llenas de ternura y temor, pero llenas de mi,
de mis sueños y misterios.
Tú llevaste el peso de mis ojos cansados hacia las negras nubes,
y rompimos el bravo oleaje de la soledad,
y de la incomprensión,
sólo con tu aura cremosa de ingenuidad,
con la sinceridad de un niño que aún no vive en sociedad,
con la piel gastada de tanto brillar.
Y hoy,
después de que tantos reyes han caído,
después de tantas risas inventadas,
después de inventar tantos universos de pequeñas cosas,
has vuelto.
Llegaste rompiendo todo, como siempre,
con el v.é.r.t.i.g.o. que me ahoga con bocanadas de tu sonrisa,
que me revitaliza,
y apagaste tantas muertes que tenía pendientes,
me dibujaste tantas estrellas en el cielo,
que he vuelto a tomar la palabra,
pero mi palabra: la limpia, la sincera, la carmínica… la anaranjada,
y vuelvo a pintar con ellas,
a develar los secretos que hay en las paredes de la piel.
He vuelto para al menos nuestros silencios soterrar,
para amar mis torpes manos, para enmendarlas,
y al menos con ellas intentar decir
que

TU LETRA PODRÉ ACARICIAR.

1 comentario:

María Elvira dijo...

Eeeerwin! Tanto tiempo! Cómo estay? Qué es de ti? Woah.